¿Y si no te hiciera falta un Bugatti Chiron para superar con creces los 400 km/h? No hace falta el lujo supremo de la marca italiana, ni su motor 8.0 W16 con cuatro turbos y ni mucho menos hay que gastarse 2,5 millones de euros para convertirte en el vecino más rápido de tu pueblo. Y bueno, de muchos pueblos alrededor en realidad.
Si eres pobre como nosotros pero quieres un coche que corra de verdad estás de suerte, porque este Nissan 300ZX de 1991 se va a subastar próximamente en el Salón de Tokyo. Rápido como un demonio (guiño al Challenger SRT Demon por el camino) y con esa estética radical tan japo, dime que no pujarías por un supercoche nacido en los ’90.
Más de 1.000 CV para un deportivo de 1991 de récord
Bajo su alargado capó al que le han salido algunas protuberancias debido a los anabolizantes, este 300ZX ha sido preparado por JUN Automechanic subiendo la cilindrada de su motor V6 de 3.0 litros a 3.1 y el doble turbo se ha sustituido por unos KKK K27.2 desarrollados inicialmente para los Porsche Grupo C.
El resultado es una potencia que puede superar los 1.000 CV (dependiendo de la presión de los turbos), digna del olimpo de los superdeportivos, que se transmite a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades.
Lo mejor es que no se trata de ningún farol. El 300ZX de Zumosol se concibió para correr a fondo en las lagunas saladas de Bonneville, donde alcanzó una velocidad máxima de 421,5 km/h.
A su vuelta a Japón se hicieron las modificaciones pertinentes para homologarlo para circular por vías públicas, pero el motor se mantuvo inalterado más allá de una revisión para comprobar que todo estuviera en orden antes de salir a