Con todos los avances que están experimentando los coches eléctricos en los últimos años, era de esperar que la Fórmula E diese un paso adelante para estar a la altura. La categoría reina en cuanto a vehículos movidos por baterías ha presentado el diseño definitivo de la segunda generación de sus monoplazas y como se puede ver en las imágenes, tienen un aspecto mucho más futurista.
Los próximos coches de carreras del Campeonato ABB FIA Formula E comenzarán a rodar a partir de la temporada 2018-2019 y a pesar del reducido presupuesto con el que cuentan comparado con la Fórmula 1 prometen un rendimiento y autonomía muy superiores a la generación saliente.
Más parecido a un avión que nunca
Basta con echar un vistazo al nuevo alerón trasero en forma de uve, para ver que la aerodinámica de la Fórmula E se ha renovado por completo. Un cambio que puede parecer un intento de llamar la atención, por su similitud con un caza, pero que responde a los requerimientos de esta carrera. Al contrario que en sus hermanos de la Fórmula 1, los coches eléctricos de esta categoría necesitan reducir la resistencia al viento para mejorar su autonomía. De ahí que se haya suprimido el alerón convencional cuya función era aumentar la carga aerodinámica en el tren trasero.
El resto de los cambios responden al mismo criterio. La superficie horizontal de la carrocería se extiende de forma ininterrumpida desde el morro hasta el enorme difusor trasero. Sus ruedas están ahora cubiertas también por la parte superior y el piloto cuenta con una jaula de seguridad sobre el hueco de la cabina. Todo un diseño más propio de la ciencia ficción que tiene como remate unas luces led de color azul sobre las barras de refuerzo de dicha jaula.
Al contrario de la mayoría de los diseños que