Si algo domina Elon Musk es el ejercicio del marketing. El caso de Tesla nos demuestra que a menudo no es necesario lanzar grandes acciones publicitarias para promocionar un producto, generar interés y deseo en el cliente y hacer que corran ríos de tinta en los medios hablando de ti. Hay que reconocer que la idea de lanzar un Tesla Roadster al espacio es una maniobra publicitaria magistral, pero también un acto cargado de simbolismo, que probablemente restará importancia en los medios, también el nuestro, al verdadero acontecimiento, que es el vuelo inaugural del Falcon Heavy. ¿Pero por qué enviar un Tesla Roadster al espacio?
¿Por qué enviar un Tesla Roadster al espacio?
Elon Musk dirige compañías como SpaceX y Tesla Inc. guiado por una visión idealista del futuro y a menudo cumpliendo sueños infantiles, que son una de las señas de identidad de sus marcas. No hay más que ver el revuelo generado en las redes sociales del bueno de Elon estos días, con la comercialización de un lanzallamas en uno de sus proyectos más locos, el de The Boring Company.
El lanzamiento de un Tesla Roadster al espacio, decíamos, es un movimiento cargado de simbolismo. La idea pasa por lanzar el cohete y enviar al Tesla Roadster en una trayectoria hiperbólica con la que, si todo saliera bien, este coche vagara por el espacio, mientras suena Space Oddity, de David Bowie. E insistimos mucho en decir que así será si todo saliera bien, porque las posibilidades de que todo salga mal, sinceramente, son altas.
El lanzamiento de un Tesla Roadster al espacio es un movimiento sin ninguna utilidad, aunque cargado de simbolismo, y una forma de aprovechar el acontecimiento del lanzamiento del Falcon Heavy y empujar aún más la repercusión de Tesla
Starman in Red Roadster
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