Llegado hace poco más de un año, el más pequeño de la familia Ford, aka Ka+, nos muestra su primer restyling que vendrá con una versión crossover de la mano, el Ford Ka+ Active. Ambos serán presentados en el Salón del Automóvil de Ginebra.
Con el Salón de Ginebra a la vuelta de la esquina, Ford ha querido dar un lavado de cara a su pequeño «low cost», el Ford Ka+. Ligeros retoques estéticos, nuevas motorizaciones (lo que incluye una diésel), más opciones de equipamiento y, sobre todo, la incorporación de una versión Active son las principales novedades. Empecemos por la variante Active.
Ford Ka+ Active, con el Dacia Sandero Stepway en el punto de mira
Sin duda, la llegada de una variante Active en la gama Ford Ka es la principal novedad en esta actualización del utilitario americano. Con ella, crece la familia Active formada hasta el momento por un sólo integrante: el Fiesta Active.
Al igual que ocurre con su hermano mayor, el Ford Ka+ Active ofrece una imagen un poco más campera que no le convierte en todo terreno pero que en definitiva gusta o eso dice la moda. Elevando su altura minimamente (23 mm), el Ka+ Active incluye un kit de carrocería específico con los habituales pasos de rueda en plástico, protecciones off road en las defensas delantera y trasera, llantas de 15 pulgadas y un cubrecarter meramente estético.
Sólo disponible en esta versión estará el color bronce Canyon Ridge para la carrocería y se han añadido detalles específicos en el habitáculo, como las placas metálicas en los umbrales de las puertas con la denominación Active, también presente en las alfombrillas.
Ahora también diésel
Mientras que el Ford Ka+ lanzado a finales de 2016 contaba sólo con motorizaciones de gasolina, en su revisión 2018 incluirá además una mecánica diésel. Se trata del