Cuando hablamos de marcas dedicadas a la fabricación de superdeportivos y vehículos de altas prestaciones siempre nos vienen a la cabeza los mismos nombres: Ferrari, Aston Martin, McLaren, Lamborghini o Pagani. Sin embargo, existen otras tantas que haciendo la mitad de ruido que las citadas anteriormente, son capaces de fabricar auténticas joyas sobre ruedas con las que poner en más de un apuro a los modelos más consagrados del mercado.
El fabricante americano, afincado en California, Rezvani es uno de los que mayor fama tiene al otro lado del Océano Atlántico. Esta firma, de reducido tamaño, cuenta en su gama con dos modelos, uno con forma de todo terreno de grandes dimensiones que se llama Tank y otro que se denomina Beast. Éste último, vehículo, desdobla su gama en dos carrocerías (coupé y roadster) que toman el nombre de Beast, Beast X, Beast Alpha y Beast Alpha X.
Hasta el día de hoy, el Beast Alpha X era el modelo más potente de la firma americana pues contaba con una mecánica gasolina de cuatro cilindros turbocargada de 2.5 litros de cilindrada y 600 CV. Gracias a este motor, firmado por el especialista Cosworth, firmaba unas prestaciones de infarto, con una aceleración de 0 a 96 kilómetros por hora en sólo 3,2 segundos y una velocidad máxima (no desvelada por la marca) cercana a los 300 kilómetros por hora.
Sin embargo, a esta bestia parda han sumado la llegada de una versión aún más radical denominada Blackbird. Para su creación, los responsables de desarrollo de Rezvani, se han inspirado en el avión de reconocimiento SR71 Blackbird que podía viajar a una velocidad máxima de hasta 3.700 kilómetros por hora. Por ello, para su desarrollo, y tomando como base el chasis de un Lotus Elise, se ha creado una carrocería en fibra de carbono (que