El KIA Optima es la berlina generalista de KIA, un coche que lucha de tú a tú con pesos pesados como el Opel Insignia o el Volkswagen Passat. Su actual generación fue lanzada en 2016, y a mitad de su ciclo de vida, el fabricante coreano ha decidido aplicarle un lavado de cara. Lavado de cara que será presentado por cierto en el inminente Salón de Ginebra, que dará comienzo a principios de la próxima semana. El lavado de cara del KIA Optima incluye dos nuevos motores diésel y gasolina, así como novedades tecnológicas, más seguridad activa y una estética más agresiva y dinámica.
1) Maquillaje estético, y más agresividad para los Optima GT y GT Line
La primera impresión es la que cuenta en el mundo del automóvil. Es por ello que la gama del KIA Optima estrena novedades estéticas: el diseño del paragolpes delantero se ha renovado, con modificaciones en las ópticas y módulos de los faros antiniebla – la calandra sí que permanece invariable, a excepción de un nuevo acabado cromado, más brillante. En la parte trasera del coche – aunque KIA solo nos ha enseñado la versión familiar Sportswagon – encontramos unos pilotos LED rediseñados y un paragolpes de nuevo cuño. Un nuevo color rojo “Runway” y varios diseños de llantas de hasta 18″ cierran el apartado estético.
El KIA Optima se seguirá vendiendo en carrocerías de cuatro puertas y familiar, este último denominado Sportswagon.
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Las versiones GT y GT Line también reciben modificaciones estéticas de cierto calado. A sus motores de hasta 245 CV de potencia (un 2.0 T-GDi en este caso) se une unos nuevos antinieblas tipo LED – en un clúster enmarcado en color negro – y unas llantas específicas de 18 pulgadas. En sus carrocerías se han repartido sutiles molduras