El mundo del automóvil y el mundo de la tecnología electrónica están condenados a entenderse por el bien de ambos. Aunque los tiempos, las inversiones y las expectativas que se manejan en uno y en otro sector difieran entre sí de forma tan acusada. Porque si bien el mundo techie está por la labor de transmitir inmediatez al mundo del automóvil, comprar y mantener un coche sigue teniendo su propio ritmo. Al menos, hoy.
Quizá por esa razón cuesta tanto centrar el tiro cuando hablamos del sector de la Automoción en el Mobile World Congress 2018.
Los tiempos y las inversiones, frente a un cambio de escenario que ya estamos viviendo
El Mobile World Congress es un hervidero de ideas, innovaciones y demostraciones de fuerza por parte de lo más destacado del mundo de las tecnologías relacionadas con las comunicaciones. En esta feria se presentan decenas de novedades de un sector que se revoluciona con cada actualización, mientras el automóvil mira esos cambios con un cierto aire de procrastinación.
Todo llegará, pero no ahora, que las inversiones en la industria del automóvil hay que amortizarlas con un cierto cuidado, y además son necesarias inversiones a muchos niveles, no sólo en lo que respecta a los coches.
Algunas claves sobre el cambio que inevitablemente llegará, sin embargo, ya están sobre la mesa, a disposición de todo el mundo. La primera, que servirá de ariete para las demás, tiene que ver con la relación que tenemos cada uno con los coches que vemos por la calle.
Estamos abocados a dejar de tener el automóvil en propiedad. Las plataformas que fomentan el uso compartido del vehículo con la necesaria participación de los fabricantes de coches (Daimler, PSA, Renault y SEAT, por orden de aparición en nuestro país), apuntan a unas sólidas expectativas de éxito