La leyenda, la historia, y la reputación de las grandes marcas, se fragua gracias a los dogmas. Y bien es cierto que los dogmas están para romperse. BMW ha sido la apuesta segura de aquellos que buscaban un deportivo divertido por su tracción trasera. Audi se labró su fama de fabricante de deportivos rápidos y eficaces por su tracción a las cuatro ruedas. Pero ahora es Audi la que nos ha deleitado con un superdeportivo de tracción trasera y BMW la que solo ofrecerá con tracción trasera uno de sus coches deportivos más importantes, el BMW M5. El mundo al revés.
Audi apuesta por coches deportivos de tracción trasera
Audi nos convenció de que la tracción a las cuatro ruedas era la única, y más eficaz opción, para sus deportivos. Nos convenció de que esa era también la opción ideal para un coche de gama alta. Audi hizo subir un coche por una rampa de salto de esquí. Los de los cuatro aros también demostraron que la tracción a las cuatro ruedas tenía sentido en una amplitud mayor que la del nicho de los todoterreno, y arrasó en los tramos del mundial de rallys en una de las épocas más añoradas, pero también peligrosas de la historia de la competición.
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¿Cuál podía ser la excusa para renunciar a esta tecnología? Y lo que es aún más sorprendente, ¿qué podía llevar a Audi a renunciar a la tracción a las cuatro ruedas en el más bestia de sus deportivos, en el Audi R8?
El mundo al revés, Audi se pasa a la tracción trasera en la versión más deseable de su deportivo más radical, y BMW a la tracción a las cuatro ruedas en uno de sus emblemas más importantes, el M5
El nuevo BMW M5 se presenta ahora con tracción