El Mercedes-Benz Clase G acaba de ser presentado, y el todoterreno por excelencia del fabricante de la estrella no tardó apenas nada en desvelar su versión más radical: el Mercedes-AMG G 63. Pues bien, ni un mes después Lumma Design, el especialista en preparaciones de vehículos de lujo, ya tiene listo un paquete de modificaciones, y no es discreto.
Las modificacionesp rincipales después de pasar por las manos de Lumma se centrarán en una carrocería descomunal, ensanchando los pasos de rueda en 40 mm por cada lado para dar cabida a unas llantas de mayor diámetro, bien de 23 o de 24 pulgadas con una única tuerca central opcionalmente.
Aún más ancho que el G 63 de serie, más robusto
Junto a los arcos de las ruedas también habrá nuevos paragolpes delanteros y traseros, taloneras y sistemas de iluminación diurna, además de un capó de fibra de carbono con aberturas que mejoren la ventilación del motor. Este material ligero también se utilizará para las tapas de los retrovisores, las manillas de las puertas y las molduras insertadas en el exterior.
El motor incrustado en el capó rectilíneo del Clase G seguirá siendo el AMG de ocho cilindros en uve 4.0 litros y con doble turbo heredado del Mercedes-AMG GT R, manteniendo inalterados los 585 CV de potencia y 850 Nm de par motor, pero Lumma avisa de que próximamente lanzará una serie de modificaciones a la carta para sus adinerados clientes.
Lo que sí tienen lista es una línea de escape completamente nueva, de corte deportivo y con válvula de control para regular la sonoridad que el V8 escupa por las cuatro salidas de escape colocadas en los laterales, justo antes de las ruedas traseras. Adicionalmente se podrá escoger también un kit de suspensión que rebaje la carrocería.
El interior recibirá un nuevo tratamiento con una