Al menos en los del mercado estadounidense. La marca estadounidense lleva años prometiendo un pick-up basado en el Jeep Wrangler, y no será hasta primavera de 2019 cuando sea finalmente lanzado al mercado. Hace la friolera de 13 años Jeep presentó el Gladiator Concept, dos décadas después del último pick-up fabricado por la marca, el Jeep Comanche. El momento que llevan esperando como agua de mayo los aficionados más hardcore de la marca ha finalmente llegado.
Las noticias llegan desde una conferencia anual de la marca con su red de concesionarios, en la que se ha revelado la llegada a producción de este coche. Será producido en la planta de Toledo (Ohio), junto al resto de los Jeep Wrangler. Se ofrecerá únicamente con una carrocería de cuatro puertas y cinco plazas, con una caja de dimensiones más que correctas. El Jeep Wrangler crecerá en unos 80 cm para acomodarla, alcanzando una longitud de unos cinco metros y medio.
Fue la única confirmación en dicha conferencia anual. Los reemplazos de otros vehículos del Grupo FCA tendrán aún que esperar.
No será tan largo como las RAM 1500 – el pick-up de acceso en el Grupo FCA – y se posicionará como un excelente reemplazo “en funciones” de las Dodge Dakota, disfrutando de un posicionamiento mucho más off-road. En su diseño no se espera sorpresa alguna, y al igual que el todoterreno en que se basa, su orientación será plenamente lúdica. Tendrá una versión semi-descapotable, con techo de lona para las plazas traseras y la caja. Mopar ya está desarrollando accesorios para este interesante coche.
Compartirá motores con el Jeep Wrangler – entre los que se incluye el interesante 2.0 turbo con sistema eléctrico de 48 voltios – así como su sistema de tracción integral. Sólo se verá perjudicado ligeramente en su ángulo