La cadena de montaje de Henry Ford fue una auténtica revolución para el sector del automóvil, pues supuso un punto de inflexión en cuanto a producción y expansión de esta industria. En estos más de cien años, la evolución que han sufrido los procesos productivos han sido muchos y variados, sin embargo, parece que se quedarán en nada, si tenemos en cuenta a las impresoras en 3D. Esto mismo es lo que propone la empresa china Polymaker, pues ha presentado en sociedad el primer vehículo del mundo que está fabricado, casi en su totalidad, con este sistema.
Según ha explicado Polymaker, el desarrollo del LSEV, ha corrido a cargo de la empresa italiana X Elesctrical Vehicle (XEV) teniendo en cuenta que debía ser producido siguiendo este método. De esta forma, si un vehículo al uso está formado por más de 2 mil piezas, el LSEV sólo cuenta con 57, reduciendo su proceso productivo a tan sólo 3 horas. Además, una de sus ventajas es que se puede adaptar fácilmente la cadencia de producción a la demanda real, personalizar un vehículo a gusto del cliente o incluso subsanar un fallo en la misma impresora.
Para su desarrollo, los ingenieros de X Electrical Vehicle (XEV) han tardado entre 3 y 12 meses. Según ellos, si el proceso de diseño y desarrollo de un modelo convencional oscila entre los 3 y 5 años, con el sistema seguido para crear LSEV, se acortan los plazos sensiblemente. Gracias a ello, además de conllevar un menor coste para la marca, se pueden probar innovaciones técnicas a un menor riesgo.
Los detalles técnicos más importantes del LSEV no han sido desvelados por Polymaker, aunque si sabemos que está dotado de una mecánica eléctrica (de potencia aún desconocida) que le permite alcanzar una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora. Además, su