Según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentado ayer 3 de abril, el Gobierno prevé recaudar a través de la DGT un total de 930,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,8% respecto a 2017. Sin embargo, desde el Gobierno anuncian que este incremento se debe principalmente, y una vez más, a la subida de las tasas de Tráfico, cuya estimación ronda los casi 575 millones de euros, y no a las multas, que mantiene un estimado idéntico a 2017.
Como cada año, el Ministerio de Hacienda, estipula cuanto dinero recaudará a través de la DGT mediante multas y sanciones de tráfico. En otras palabras: ya saben en qué cantidad se engrosarán las arcas del Estado a costa de multar a los conductores en carretera. Y este 2018, la cifra asciende a más de 930 millones de euros correspondientes tanto a multas, como a recargos y a tasas aplicables por la Dirección General de Tráfico.
Las tasas no han dejado de subir los últimos años
El principal causante de este aumento en lo que a la recaudación de la DGT se refiere lo encontramos en el redondeo de las tasas. Como bien explica EFE, éstas se subirán hasta ajustarse hasta el múltiplo de 10 céntimos de euro inmediatamente superior. Esto se traduce en un incremento del 4,6% respecto a 2017, con una recaudación estimada de 574,6 millones de euros: 26,4 millones más que el año precedente.
Recordemos que las tasas de tráfico se aplican a ámbitos como la expedición de licencias de conducción y permisos de circulación, tasas de examen o renovación del carné de conducir entre otros. La tendencia a la alza no es nueva: el precio de las tasas de la DGT ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años.
Por poner un ejemplo, la cifra