La estrategia que está llevando a cabo Daimler AG con su portfolio de marcas parece estar funcionando. Tras el fracaso que sufrió con el re-lanzamiento de Maybach y la integración de AMG en sus filas, han dividido su gama en tres ramas. Los modelos, digamos más “normales” se comercializan bajo el sello Mercedes-Benz, los más exclusivos y lujosos lo hacen con el nombre Mercedes-Maybach; y por último, los más deportivos, prestacionales y radicales lo hacen con la denominación Mercedes-AMG.
Hasta aquí es algo lógico pues han de segmentar muy bien sus modelos para acercarse al máximo posible a sus clientes. En el caso de Mercedes-AMG parece que, por culpa de las cada vez más estrictas normativas anti contaminación, la mecánica estrella de su gama está en peligro de extinción. En este caso estamos hablando del bloque V12 biturbo que mueve a las versiones que se integran en la serie 65, pues poco a poco irá abandonando el vano motor de sus modelos más prestacionales, como la Clase S 65 y SL 65.
La noticia de su retirada ha llegado en el marco del Salón del Automóvil de Nueva York, pues Tobias Moers, Director de Mercedes-AMG ha declarado que
“aún vemos demanda por motores V12 en la gama, pero la inversión para hacerlos más potentes y al mismo tiempo mantenerlos dentro de las estrictas normativas anti contaminación que pronto entrarán en vigor en Europa, sería demasiado grande para justificarla; en cambio, en un Maybach, donde la aplicación es para un modelo de lujo con suavidad de marcha, podemos hacerlo funcionar sin mayores complicaciones”
Teniendo en cuenta estas palabras, no queda más que entender que la serie 65 desaparecerá de la familia Mercedes-AMG para dejar como reina de la familia a la serie 63. De esta forma, tal como señaló Moers la próxima generación del Mercedes-AMG C63 en