La cuarta generación del Ford Focus va camino de ser la más completa, mejor equipada y equilibrada en la historia del modelo. No hace ni un mes que ha sido presentada de forma oficial, pero la casa del óvalo azul no deja de liberar, cada pocos días, nueva información sobre su modelo estrella. En este caso, le toca el turno a la versión más exquisita, lujosa y equipada del Focus, que como no podía ser de otra forma, está firmada por Vignale.
Con el Ford Focus Vignale, llega al segmento compacto una nueva propuesta de corte premium, aunque por el posicionamiento estratégico de la propia marca, muchos rivales no lo sentirán así. En todo caso, los modelos a los que apunta directamente la terminación más lujosa del Focus son los Audi A3, BMW Serie 1, Mercedes-Benz Clase A y los raros y exóticos Infiniti Q30, Lexus CT200h o Volvo V40.
A nivel estético, los cambios que ayudarán a distinguir la versión Vignale de las demás que forman la familia Focus son muy sutiles. Para ello hay que fijarse en los paragolpes, unas llantas de aleación de nuevo diseño, varias molduras cromadas repartidas por toda la carrocería, una diferente salida de escape y como era lógico esperar, el logo “Vignale” tras los pasos de rueda delanteros.
Si pasamos al habitáculo los cambios siguen apareciendo, pero en este caso, se centran en unos materiales de mayor calidad. Lo primero que llama la atención es la exclusiva tapicería de piel que viste sus asientos y que se extiende por diferentes zonas del salpicadero y puertas. Completan los cambios interiores nuevas molduras decorativas elaboradas en madera o aluminio pulido que también se extienden por las puertas.
A nivel tecnológico, el Ford Focus Vignale conserva lo mejor del modelo, pues incluirá (de serie) elementos de seguridad vitales como control