Desde ayer este mundo es un lugar un poco más peligroso para vivir. Donald Trump cumplía con lo que desde hace tiempo venía anticipando. Estados Unidos se retiraba del acuerdo nuclear con Irán, en contra de la opinión de sus aliados, y anticipaba la imposición de importantes sanciones comerciales. Para entender lo que significaba este acuerdo os recomendamos la lectura de un artículo – en inglés – con 6 preguntas sobre el acuerdo con Irán (VOX Media). Pero ciñéndonos al tema que nos ocupa, y obviando las implicaciones geopolíticas de la ruptura del acuerdo, nos centraremos en las consecuencias de las sanciones comerciales que se impondrán a Irán. La ruptura del pacto con Irán anunciada por Trump golpeará a la industria del automóvil, especialmente la europea.
Trump anuncia la ruptura del pacto con Irán
La ruptura de este pacto nos lleva a un escenario irremediable, al status quo anterior al acuerdo firmado en 2015 entre Estados Unidos – entonces bajo la administración Obama – China, Francia, Rusia, Estados Unidos, Alemania, la Unión Europea en su conjunto y, por supuesto, Irán. Aquel acuerdo suponía limitar la capacidad de Irán para producir armamento nuclear y, por su puesto, aumentar la vigilancia de sus instalaciones para asegurar que el acuerdo se cumpliera. Ver artículo de VOX Media.
A cambio, las sanciones económicas y comerciales impuestas sobre Irán se levantaban, lo que abría al país al mercado exterior, y suponía una gran oportunidad para las grandes empresas, que ahora podrían hacer negocios con Irán. Entre esas grandes empresas, como no podía ser menos, estaban muchos fabricantes europeos de automóviles.
Las inversiones realizadas en los últimos años porde muchos fabricantes europeos, entre los que se incluyen PSA y Renault, se ven comprometidas
Renault produjo en Irán más de 160.000 coches en 2017
Un embargo comercial por parte de los Estados Unidos