La nueva ITV ya está en vigor y es mucho más exhaustiva y completa que antes. Los cambios en la normativa de la Inspección Técnica de Vehículos van enfocados principalmente a afinar el control de la emisiones de los vehículos y la detección de posibles fallos en su seguridad. Aunque también hay algunas modificaciones que nos facilitarán la vida a los conductores.
La nueva ITV está adaptada para cumplir con la legislación europea y fue aprobada en el Consejo de Ministros para entrar en vigor el domingo 20 de mayo de 2018. Una de las principales novedades es que los técnicos de la ITV se conectarán a tu coche con un ordenador para diagnosticar el funcionamiento de varios elementos. Eso sí, no podrán hacerlo en todos los coches. Aquí te contamos en qué cambia y cómo te afecta cuando te toque llevar tu coche.
Control de emisiones más riguroso
Además del habitual chequeo de las emisiones mediante una sonda en el tubo de escape, los coches de 2016 en adelante serán conectados a una máquina que se encargará de “leer” el sistema de chequeo de abordo. Gracias a ella los operarios podrán realizar un control más preciso de la emisiones generadas.
Con el tiempo, la implementación de este método permitirá ir afinando cada vez más la medición de las emisiones. Por ejemplo, más adelante se tratará de mejorar la detección de gases como los óxidos de nitrógeno, protagonistas en los escándalos de manipulación de los test de emisiones como el dieselgate.
Diagnóstico de los sistemas electrónicos de seguridad
La conexión con los coche fabricados a partir de 2016 no solo servirá para medir las emisiones, sino para determinar si los sistemas de seguridad que dependen de la electrónica funcionan correctamente. Estos son elementos tan importantes como el ABS y el ESP o el sistema de iluminación o los