Por algún extraño motivo los coches de carreras derivados de coches de serie nos despiertan un sentimiento especial. En la era de los Fórmula 1 faltos de alicientes que nos pongan los pelos de punta llega BMW y se saca un coche de carreras de esos que nos hacen estremecer. El último pepino parido por Munich es el BMW M8 GTE, una bestia en cuyo interior late un motor 4.0 V8 biturbo de 500 CV.
El coche de carreras que correrá en Le Mans es la antesala del BMW M8 de producción que ya adelantó el BMW M8 Gran Coupe Concept. Se trata de un gran deportivo biplaza de lujo en el que el downsizing y la turboalimentación han llegado para quedarse, pero seguro que después de escuchar el siguiente vídeo del M8 GTE rodando a fuego en Monza lo miras con ojos tiernos.
11 minutos de estricto ruido glorioso
Al principio el vídeo empieza con unos segundos de calma absoluta en los que la imagen se centra en unos inofensivos árboles para justo después comenzar con el festival de truenos y explosiones. El BMW M8 GTE vestido con los colores de M Motorsport se está preparando para las carreras y el resultado es una sinfonía de deflagraciones maravillosa. Luce y suena malvado. ¡Nos encanta!
El aullido del motor de ocho cilindros en uve es fantástico, un sonido de los que te llenan los oídos y no quieres que se acabe nunca, pero cuando reduce la melodía también es excelente. Al soltar el pie del acelerador el motor escupe un petardeo constante, como si quemase gasolina para mantener los turbos girando y evitar el retardo al volver a pisar el pedal derecho.
Ya sabemos que las comparaciones