Ya hemos podido probar el nuevo Audi A6 2018, en la presentación internacional de Oporto. El nuevo A6 ofrece la misma tecnología puntera que suele poner sobre la mesa con cada nueva generación, pero ahora le añade por primera vez una dinámica muy mejorada y la posibilidad real de divertir a su conductor. Este nuevo ingrediente lo sitúa a la vanguardia del segmento y, bajo una apariencia clásica de coche para “señores muy serios”, se esconde toda una sorpresa de agilidad, equilibrio y precisión al volante. Hemos probado el 55 TFSI, el 50 TDI y el 40 TDI y ya os podemos contar todas las impresiones del coche.
La esencia del nuevo Audi A6
Lo primero que nos llama la atención del nuevo Audi A6 es que no parece nuevo. Su estética exterior es tan clásica y tan parecida a sus hermanos de gama A4 y sobre todo A8 que ya se hace algo visto desde el momento de su lanzamiento. La estrategia de Audi de innovación tecnológica mezclada conservadurismo estético, que tan buenos resultados le ha dado hasta ahora, se reedita en este A6 2018.
La estética es tan conservadora que el coche no parece nuevo
Construido sobre la plataforma MLB Evo (motor longitudinal) con materiales compuestos con acero y aluminio, el nuevo Audi A6 presenta un chasis muy mejorado como el punto más interesante del modelo y a pesar de la larga lista de elementos electrónicos que incorpora. La razón es que ese nuevo chasis con tracción y dirección a las 4 ruedas se acompaña de una dirección más comunicativa que la de la anterior generación y nos permite disfrutar al límite con el coche y con la sensación de llevar un vehículo mucho más pequeño y ligero.
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La dirección progresiva, cuyo ratio se incrementa cuanto más giramos