Tras haberlo conocido antes de tiempo por medio de una filtración, ahora ya sí es oficial: el nuevo BMW X5 se muestra en todo su esplendor, la cuarta generación ya del que fuese el primer SUV de BMW. Ya conocemos todos los detalles del que será el máximo rival de los Audi Q7, Volkswagen Touareg, Mercedes GLE y Porsche Cayenne y sabemos que crece notablemente de tamaño, que viene cargado de tecnología y que luce un diseño continuista pero más agresivo en consonancia con lo ya visto en el BMW X3. Pero no sólo eso: también será más todoterreno que nunca e incorpora una gran cantidad de asistentes a la conducción que adelantan la tecnología de conducción autónoma de BMW. Descubramos al nuevo BMW X5 en cinco claves.
1) Mucho más grande que antes, más ligero y diseño familiar
El nuevo BMW X5 es un modelo fundamental en la marca bávara y por tanto no cabía arriesgar. Su diseño sigue las líneas de lo ya visto en el X3, su hermano pequeño. El frontal es más agresivo que en el modelo saliente, y destaca una parrilla frontal de dimensiones descomunales así como los marcados nervios del capó. Las ópticas LED de serie mejoran aún más el diseño de los faros con la tecnología láser opcional. La línea del techo tiene una caída más pronunciada que antes y, aunque sin querer imitar a un coupé (para eso ya está el X6-), le confiere un aspecto más dinámico. En la zaga el portón se sigue diviendo en dos partes, como es habitual en el modelo.
Podrá equipar llantas de hasta 22 pulgadas de manera opcional y lo cierto es que en las imágenes luce mejor proporcionado que el modelo saliente. Eso habla de un diseño más cuidado en un coche que crece notablemente de tamaño: el nuevo BMW