La concepción que el gran público tiene sobre Toyota Motor Company la sitúa en el grupo de firmas generalistas que puebla el sector del automóvil mundial. Sin embargo, como buena firma japonesa, sabe jugar muy bien sus cartas, y para demostrarlo está la limusina de representación Century. La primera generación de este modelo llegó al mercado japonés en el año 1967 y hasta nuestros días sólo han existido dos generaciones; tres con la que inicia su comercialización en estos días.
Para que nos hagamos una idea de su posicionamiento y nobleza, el Toyota Century alcanza los 5,33 metros de longitud (11 centímetros más largo que el Mercedes-Benz Clase S de batalla larga), 1,93 metros de anchura y 1,50 metros de altura. Su distancia entre ejes es de 3,09 metros, permitiendo que su interior disponga de unas cotas de longitud para las piernas, anchura y altura muy generosas, facilitando que se acomoden cuatro pasajeros sin estrecheces.renderAd(adPage,44162);
A nivel estético, el Toyota Century presenta una silueta de líneas sobrias y elegantes. Su frontal destaca por acoger unos grupos ópticos con tecnología Full LED y una gran parrilla cromada que acoge en su zona central el “fenghuang” (logo que representa a las aves mitológicas de Asia oriental que reinan sobre todas las demás aves). En el pilar C encontramos otro logo en forma de “C” gótica de color azul para remarcar la condición híbrida del modelo.
La zaga del Toyota Century también exhala clasicismo y simplicidad. Cuenta con unos grupos ópticos de diseño horizontal, y tecnología LED, que se dividen entre la tapa del maletero y la carrocería. Entre ellos volvemos a ver el logo “fenghuang” y sobre él la palabra “Century” que identifica ante qué modelo estamos. Completan la estética de la limusina japonesa unas llantas de aleación de diseño discreto y unos paragolpes muy sencillos.
Si el diseño exterior del Toyota Century