Estamos tan acostumbrados y diría que incluso hastiados de ver cómo una y otra vez los fabricantes se preocupan por hacer vueltas rápidas y batir récords en Nürburgring, que a menudo no aportan demasiado, que quizás nos cueste entender la magnitud del hito que ha conseguido Porsche estos días. El hecho de que no sea un deportivo de calle tampoco debería empequeñecer la gesta, ni tampoco que en los 35 años que permaneció imbatido el último récord haya mejorado muchísimo la técnica de los coches de carreras, o que no hayan vuelto a competir deportivos tan rápidos en el Norschleife como los de aquellos 1.000 kilómetros de 1983. Pero, creedme, eso solo debería apoyar la importancia de este récord y por qué este vídeo hará que ningún récord en Nürburgring vuelva a sorprenderme. Ver la historia del récord y el vídeo de la vuelta rápida en Diariomotor Competición.
Timo Bernhard ha conseguido recorrer los 20,832 kilómetros del Nordschleife de Nürburgring en 5 minutos y 19,55 segundos. Eso significa que la velocidad media a la que ha volado – porque no se puede emplear otro verbo – sobre el Infierno Verde ha sido de 233,8 km/h. Y esta cifra, si no la contextualizamos, puede que, de nuevo, no reciba toda la importancia que tiene. Hasta que vemos el vídeo que nos ha presentado Porsche de la vuelta rápida y contemplamos lo que significa alcanzar una media como esta en Nürburgring. Significa enlazar curvas, tocando pianos, a más de 200 km/h. Significa que los 300 km/h no solo se alcancen en recta, sino también en giros abiertos y muy rápidos. Significa alcanzar una punta de 369,4 km/h.
El récord, hasta ahora, era de 6 minutos y 11,13 segundos y lo consiguió Stefan Bellof hace 35 años y 31 días en la clasificación de los