Seguro os acordáis de las “furgonetas” de hace unos años. Me refiero a los Renault Kangoo, Citroën Berlingo o Peugeot Partner. Mucho han cambiado las cosas en los últimos años, pues aquellos eran vehículos rudos destinados principalmente al trabajo obrero sin dar ningún mimo a su conductor y ocupantes. Pero como decía, todo esto ha cambiado.
El nuevo Peugeot Partner acaba de hacerse oficial y el salto resulta sencillamente brutal. Llegará al mercado en noviembre con nueva plataforma, motorizaciones más limpias, mayor confort, mucha tecnología y varios sistemas de seguridad activa y asistentes a la conducción. Pese a ello, sigue siendo un vehículo comercial, quedando el Peugeot Rifter como un turismo debido a su orientación más familiar.renderAd(adPage,44162);
El cambio visual del nuevo Peugeot Partner es muy importante. El frontal hereda las formas habituales en la gama de turismos de la marca francesa, aunque sin llegar a la estética del Rifter, buscando que el cliente no solo compre este producto por su funcionalidad o precio respecto a la competencia, sino porque también le resulte agradable su diseño. En cualquier caso, si nos fijamos en el lateral y en la retaguardia, la evolución es mucho menor.
Otra de las novedades más destacadas de la nueva generación del Partner es su habitáculo. Sin duda, el cambio principal y más llamativo es la introducción en este modelo del famoso Peugeot i-Cockpit, el puesto de conducción formado por un volante de pequeñas dimensiones y un cuadro de instrumentos elevado que se ve por encima del aro de dirección. La pantalla central es táctil y de hasta 8 pulgadas. Sin duda, todo queda mucho más elegante que antes.
Existen dos carrocerías de diferente longitud. La más corta se denomina Standard y mide 4,40 metros, pudiendo cargar en ella objetos de hasta 1,81 metros de largo. Por su parte, la versión