Si hace unas semanas veíamos en la Aznom Atulux una Dodge Ram 1500 entendida desde la perspectiva del lujo (y del gusto dudoso), ahora le toca el turno a una propuesta de esas que les van al pelo a las grandes fortunas. La Mercedes-Benz Clase X es una pick-up lujosa y muy capaz, pero le falta un plus de ostentación para medirse con lo más granado de Affalterbach.
Para solucionarlo el preparador Carlex Design ha decidido convertir al vehículo de trabajo en un monstruo del ocio, sacando la vena más opulenta a la Clase X y convirtiéndola en un vehículo perfecto para remolcar un yate, si es que eres de esos que tienen para pagarse un yate pero no es suficiente dinero como para tener alguien que lo remolque por ti y haga el trabajo sucio.
«Yachting Edition», por si aún te quedaban dudas
Centrándonos en la propuesta de Carlex Design que por ahora no es más que un portafolio de renders, la Mercedes-Benz Clase X quiere ser la compañera de garaje perfecta para un Mercedes-Maybach S650 Cabriolet de 300.000 euros, por lo que tomará buena parte de sus señas de identidad.
Por fuera el especialista polaco ha recurrido a un kit de carrocería realizado en fibra de carbono que le saca músculo a la carrocería de la Clase X con nuevos paragolpes delante y detrás, pasos de rueda ensanchados, tapas de los retrovisores y una barra antivuelco que es mucho más que una simple barra, con una prolongación de la carrocería. Las llantas estilo Maybach también son nuevas.
El exterior se diferencia además por una nueva combinación de pintura con dos colores: Porcelain White y Chocolate Brown. Además se incluye un juego de vinilos nada discretos y la incorporación de la denominación Yachting Edition, por si aún quedaban dudad sobre el propósito de este