Para evolucionar hay que mirar lejos, hacia delante, pero también hay que saber detenerse y echar un vistazo hacia atrás, a lo que hemos conseguido anteriormente con esfuerzo. Mercedes-Benz ha creado una nueva escultura de su serie Aesthetics muy lujosa, muy futurista y, sobre todo, inspirada en la velocidad. ¿Pensando en futuros hipercoches o en modelos de competición?
Sea como fuere, la firma alemana lo ha presentado bajo el nombre Aesthetics Progressive Luxury. No hace falta detenerse demasiado para comprobar que este ejercicio de diseño tiene una clara inspiración en sus modelos de competición más veloces de los años 30, época que dio nombre a las famosas flechas de plata.renderAd(adPage,44162);
Es una escultura que simula un vehículo muy bajo, alargado y aerodinámico, con unos voluminosos pasos de rueda que protegerían los neumáticos. Un coche de competición con una resistencia aerodinámica muy ajustada, claramente enfocado a alcanzar velocidades punta inimaginables.
De hecho, en Mercedes no se cortan en reconocer que se trata, además, de un homenaje al Mercedes W125 con el que Rudolph Caracciola alcanzó, en 1938, los 432,7 km/h en una vía pública cerrada al tráfico. 80 años han pasado desde aquel entonces, y los diseñadores han creído conveniente mirar tan atrás para tomar impulso y volver a poner la vista en el futuro.
En cualquier caso, aquel W125 llevaba un motor térmico V12 de 5.6 litros, mientras que su reinterpretación utilizaría un propulsor eléctrico, muy potente y prestacional, pero eléctrico. Es más, Mercedes se ha apoyado en su submarca EQ para realizar este proyecto de ejercicio de diseño pues, como es habitual, claramente mira hacia la electrificación total para un futuro a largo plazo.
Cuentan los rumores que esta escultura, denominada Aesthetics Progressive Luxury, verá la luz a finales del próximo mes de agosto, en el lujoso evento Concours d’Elegance de Pebble Beach que