La huelga de taxistas contra Uber y Cabify -que en realidad es un cierre patronal- sigue colapsando ciudades como Valencia, Madrid y Barcelona. El gremio ha decidido mantener la situación a pesar de que el Ministerio de Fomento se ha comprometido a cambiar el marco regulatorio, aunque no de forma inmediata.
Mientras, la población recibe directamente las consecuencias de esta oleada de ‘solidaridad’ entre los profesionales del taxi y se encuentran atrapados en sus ciudades. Por su parte, el sector de las VTC pide que se frenen las agresiones a sus trabajadores y el destrozo de sus vehículos.
La huelga sigue
Las asociaciones Fedetaxi, Antaxi y Élite Taxi, convocadas ayer por el ministerio de Fomento, han anunciado que no desconvocan la huelga. Las palabras y promesas, aunque sean apaciguadoras, de poco sirven para revertir la situación.
CONTINUA EL PARO!La nota de Prensa no cubre las expectativas deseadas y hasta que no exista una declaración de intenciones clara por parte del ministerio, el taxi no se mueve de Castellana.Estamos claros y firmes en nuestra postura.Ni un paso atrás!#TaxiEnLucha #HuelgaTaxis pic.twitter.com/vrC5j6uUZT— Élite Taxi Madrid ️ (@EliteTaxiMadrid) 30 de julio de 2018
Desde Barcelona confiamos q la reunión que se celebrará hoy entre @fomentogob y el sector del taxi sea positiva y se cierren acuerdos para garantizar #licenciaUrbanaSi, que se cumpla la ley #1vtc30taxis y se pueda volver a la normalidad en las ciudades.— Ada Colau (@AdaColau) 30 de julio de 2018
Fomento se ha comprometido a ceder competencias sobre las licencias VTC a las Comunidades Autónomas, algo que ha sido visto por el sector del taxi como solución a medias. Actualmente, la gestión de las autorizaciones es competencia de las comunidades por delegación del Estado, al igual que la inspección de estos servicios.
La intención de Fomento es poner en marcha «medidas definitivas, estables y no parches», garantizando la