Le ha costado dos décadas pero Opel/Vauxhall por fin está remontando y ha registrado su primer beneficio bajo la nueva propiedad del Grupo PSA. Según ha anunciado la compañía, la semana pasada presentó 502 millones de euros de beneficios durante el primer semestre y un flujo de caja operativo de alrededor de 1.200 millones de euros.
El presidente y consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, asegura que ahora son «una compañía completamente distinta» a la que eran hace un año gracias a PSA.
PSA ha tendido una sólida mano a Opel/Vauxhall
Después de un año de formar parte del Grupo PSA, Opel/Vauxhall vuelve a los beneficios. El margen operativo corriente del primer semestre de 2018 ha sido del 5 % y los números marcan un cambio de tendencia -una pérdida de 257 millones de euros en 2016, el último año bajo la propiedad de General Motors-.
Con General Motors, las marcas perdieron 20.000 millones desde que en 1999 tuvieran el último año completo de beneficios, e incluso después de la compra de PSA por 1.300 millones de euros, se habló de herencias desagradables.
Ahora el grupo tiene muchos planes de inversión para continuar con el balance positivo, así como polémicos planes de reestructuración.
Por ejemplo, el nuevo Corsa, también en su versión eléctrica, se producirá en exclusiva en la planta española de Zaragoza. La siguiente generación del Vivaro saldrá de las líneas de producción de Luton en Inglaterra a partir de 2019. El SUV Grandland X se fabricará en Eisenach desde mediados del año que viene, incluida una versión híbrida que le seguirá en 2020.
Y tras el lanzamiento del deportivo Insignia GSi, la compañía también lanzará una versión GSi del Corsa a finales de verano.
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