Qué mejor para celebrar las 10 millones de unidades vendidas en todo el mundo que desvelando el Ford Mustang que correrá en la Nascar. Ford desveló ayer en los cuarteles generales de Ford en Dearborn (Michigan, Estados Unidos) la imagen de su coche de carreras más importante para el mercado americano.
Hasta ahora el coche utilizado por Ford para esta competición era el Fusion (nuestro Mondeo) pero no tiene ningún sentido comercial que la marca del óvalo siguiera utilizando como imagen una berlina que de ninguna manera podría equipar en sus versiones de calle tracción trasera ni un motor V8.
Aunque parezca mentira, el Mustang nunca ha corrido en la categoría máxima de la Nascar
Tal y como anunció Ford a principios de año, el Fusion sería relevado por el Mustang para disputar la Monster Energy Nascar Cup Series a partir de 2019. En 2018 el Ford Fusion ha dominado en las carreras del óvalo, y este nuevo cambio de imagen podría salir o muy bien, reforzando la imagen del pony car, o muy mal, como le ha pasado a Chevrolet con su Camaro en Nascar con sólo dos victorias contra las once de Toyota y nueve de Ford.
Este 2018 además es especialmente relevante para Ford con el estreno de un nuevo Ford Mustang a nivel global que ya hemos podido catar y que tiene muchos argumentos para mantenerse como el coche deportivo más vendido del mundo con 125.809 unidades colocadas en 2017. Un logro que lleva consiguiendo por tercer año consecutivo.
Con un trabajo de diseño que hacen fácilmente identificable al coche de carreras con el deportivo de calle, el Mustang vuelve a los circuitos para ser el gran icono que es entre los aficionados al motor. Los colores elegidos no podían haber sido