Aunque Rolls-Royce tiene muy claro que la hibridación no es para su público objetivo, sí entra dentro de sus planes saltar directamente a los motores eléctricos para 2040, al menos en cuanto a transporte terrestre se refiere.
Antes de que eso ocurra, el fabricante de lujo se ha pasado al transporte marítimo y ha creado un sistema de baterías para grandes barcos. Con la incipiente moda de los cruceros, tiene bastante sentido. Pero también está inmerso en un proyecto con la Marina estadounidense, entre otros.
Funcionando en Noruega
Se trata de ‘SAVe Energy’, un sistema de almacenamiento de energía basado en iones de litio y que incluye control de potencia inteligente de acuerdo al tamaño del barco. Promete ser «limpio, seguro y rentable» para las empresas navieras. De hecho, ya se está introduciendo en buques pesqueros en Noruega.
Testing central: we’re playing a pivotal role in establishing crucial #marine test areas in Norway and Finland, and our vision is strengthening the future of autonomous shipping https://t.co/EpnyMJ3XM2 pic.twitter.com/r3xjoZSedK— Rolls-Royce (@RollsRoyce) 6 de agosto de 2018
Combinado con un motor de GNL o diésel en una solución híbrida, promete aumentar la eficiencia y reducir las emisiones, y se puede combinar con la mayoría de los tipos de unidades de propulsión. Uno de los puntos más interesantes reside en la reducción del impacto en la vida marina, sobre todo en las ballenas.
Desde la compañía se han reafirmado en la importancia que está ganando el transporte marítimo y su papel dentro de la electrificación: «Desde 2010 hemos entregado sistemas de baterías que representan aproximadamente 15 MWh en total. Sin embargo, ahora el posible despliegue de SAVe Energy, pendiente de patente, solo en 2019 es de 10-18 MWh».
El trabajo de desarrollo ha sido financiado en parte por el programa ENERGIX del Consejo Noruego de Investigación de Noruega. Las