Tras un verano de lo más completo en lo que toca a llamadas masivas a revisión, se suma un nuevo caso y, esta vez, con Toyota como protagonista. Un defecto de fábrica detectado por el fabricante, que afecta al cable de sujeción de su sistema de propulsión híbrido, podría derivar en incendio. Por ello, la marca nipona ha puesto en marcha una campaña de revisión, que afecta a 1,02 millones de coches en todo el mundo.
Entre los más de un millón de coches híbridos de la marca nipona que tendrán que pasar por el taller a nivel mundial, 219.000 corresponden a Europa (incluyendo Turquía e Israel) y, más concretamente, 21.426 han sido comercializados en España.
No es la primera vez que Toyota se ve obligada a una campaña de revisión masiva. Hace tres años, 625.000 de sus modelos híbridos tuvieron que pasar por el taller por un fallo de configuración en su software (11.619 en España correspondientes al Prius y al Auris hybrid), mientras que el año pasado se veía salpicada por el escándalo de los airbags Takata, al no desplegarse correctamente en caso de accidente, por lo que tuvo que solicitar la revisión de 2,9 millones de coches en varios mercados, incluyendo el europeo, con un total de 350.000 vehículos afectados.
Posible riesgo de incendio
Según ha explicado Toyota en un comunicado, el defecto se ha encontrado en el arnés del cable de sujeción del sistema de propulsión híbrido. Una parte de este dispositivo podría entrar en contacto con la cubierta del motor y, tras el paso del tiempo, podría acabar desgastándose hasta generar un cortocircuito y ocasionar un sobrecalentamiento.
En el peor de los casos, «si se genera suficiente calor, existe un aumento del riesgo de incendio del vehículo», ha expuesto el fabricante nipón. De esta manera, la marca ha solicitado