Todos recordamos al Ford Ka original. Aquel pequeño urbanita tan simpático nacido a mediados de los 90 que, por un tiempo, fue una de las alternativas más interesantes del segmento A en el mercado europeo. Posteriormente, ya bien entrados en el siglo XXI, la marca del óvalo azul lanzó una nueva generación, aunque su éxito fue inferior. En 2016 llegaba un tercer modelo, que cambiaba su nombre por el de Ford Ka+, recibiendo un restyling en este presente 2018.
Hace solo unos días hemos estado compartiendo experiencias y kilómetros con un Ford Ka+ Active, y hoy os lo traemos a la sección de pruebas de Actualidad Motor. El acabado Active, como en todos los modelos de Ford, hace referencia a una estética más aventurera, incluyendo un equipamiento bastante completo. Lo hemos probado con el motor de gasolina 1.2 Ti-VCT de 85 CV y, durante este tiempo, nos ha demostrado que es un producto bastante interesante y agradable. Te lo contamos al detalle.renderAd(adPage,44162);
Active, “crossoverizando” un urbano
Como es habitual, empezamos hablando de su diseño. El Ford Ka+ Active es un utilitario que, aunque no presume de grandes lujos, muestra una estética agradable y, a la par, aventurera. Mantiene inalterados los rasgos principales del Ka+, pero transmite una imagen similar a la de un todo terreno gracias a una altura libre 2 cm superior, a las protecciones plásticas en los bajos y en los pasos de rueda, a los raíles de techo y a las llantas exclusivas de 15 pulgadas.
En el frontal destaca la ya típica parrilla de la marca americana al estilo Aston Martin que, en este caso, es de color negro y aloja en su zona central el logo de Ford en pequeñas dimensiones. Las líneas buscan horizontalidad para transmitir una mayor sensación de anchura y robustez, lo cual se ve ampliado