Mil-Spec Automotive es a los Hummer H1 lo que Singer es a los Porsche 911 refrigerados por aire. Si esta analogía no tiene ningún tipo de sentido para ti, no te preocupes. Posiblemente sólo sea algo que entiendan los votantes de Donald Trump. Sea como fuere, este preparador afincado en EE.UU. transforma lentos y antiguos Hummer H1 de procedencia civil o militar, convirtiéndolos en máquinas lujosas, rápidas y muy potentes. Su segundo proyecto tiene una orientación un tanto curiosa: es un Hummer H1 apto para los circuitos y track-days. Una idea tan genial como completamente absurda.
Para el Track Titan la compañía usó como base un H1 con carrocería descapotable y caja pick-up. La unidad en cuestión fue el conejillo de indias de su programa H1, el primero en recibir las modificaciones mecánicas que el resto de coches disfrutan de forma serializada. Por el momento, el Track Titan es un one-off, pero si hubiera suficiente interés, podrían plantearse lanzar una pequeña tirada. La principal diferencia con cualquier otro H1 está en su altura libre al suelo. Ha sido reducida en 17,5 centímetros, algo que ha exigido modificar de forma extensa manguetas, muelles y suspensiones.
Exteriormente es igual a cualquier Hummer H1 de origen militar. Unas llantas específicas y una suspensión rebajada delatan que no es un H1 cualquiera.
El todoterreno original tenía un excelente reparto de pesos, y aunque era muy pesado, tenía muchos componentes construidos en aluminio. Mil-Spec ha reforzado su chasis aún más, en busca de una mayor rigidez estructural. Además de los cambios en sus suspensiones, ha recibido unos frenos Wilwood con pinzas de seis pistones, y un diferencial autoblocante ARB. Aunque retiene su sistema de tracción total conectable, es un coche más ágil cuando funciona sólo con propulsión trasera. A nivel de mecánica, emplea el mismo motor 6.6