Nuestros compañeros de la revista británica EVO han llevado a cabo una de esas comparativas con las que cualquiera que trabaje en el sector sueña. Una impresionante batalla en circuito entre cuatro de los coches más radicales y enfocados a las pistas que se pueden comprar hoy en día. Coches como el Mercedes-AMG GT R – el Mercedes-AMG GT más radical, potente y centrado en los tiempos de vuelta – o el Porsche 911 GT2 RS, coches que se han ganado sus galones en Nürburgring Norsdschleife. Por no hablar del Ford GT, que no deja de ser un coche de carreras homologado para circular en carretera abierta.
Curiosamente, en esta ecuación hay una cuarta variable que no deberíamos desestimar: el Lotus Exige Cup 430, el Exige más deportivo y potente de todos los tiempos – dejando a un lado excepciones como los Lotus 3-Eleven. El circuito en cuestión es el apasionante trazado galés de Anglesey, un trazado técnico y no muy rápido, que favorece a los coches más ágiles. Con Steve Sutcliffe al mando y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en todos los coches es hora de lanzarse al circuito y averiguar cuál completa una vuelta más rápidamente. Sin más dilación, veamos el vídeo y comentemos los resultados.
El Lotus es la alternativa analógica al resto de superdeportivos. Es el único con menos de 400 CV y caja de cambios manual. A cambio, es el más ligero del grupo.
En primer lugar, he de decir que me ha dejado algo frío el comportamiento del Ford GT en pista. Pese a tener 647 CV de potencia y una aerodinámica de escándalo, Sutcliffe reconoce que en un trazado estrecho y revirado como este, el GT se siente grande y no puede explotar al máximo su increíble carga aerodinámica. De todo el grupo