Si me enterase de que alguien está dispuesto a hacerme un regalo como este, me casaría mañana mismo. O, qué demonios, me casaría con ese invitado. Obviamente, cuando tu nombre es Luca Cordero di Montezemolo, y has estado tanto tiempo ligado a Fiat y Ferrari, lo que te puede esperar es que un invitado decida regalarte un Ferrari único, como es el caso del que nos ocupa. El Ferrari 360 Barchetta nos recuerda la historia de un regalo de boda, de un concepto que estos días está muy de actualidad en Maranello, el de los coches fabricados por encargo y el de esa suerte de coches que no son descapotables propiamente dichos, porque no tienen ningún tipo de techo, y que conocemos como barchetta, como los del último proyecto presentado por el cavallino rampante, los Ferrari Monza SP1 y Monza SP2.
En el siglo pasado, Montezemolo se había convertido en una de las figuras más importantes de Ferrari. Fue el asistente, y mano derecha, del propio Enzo Ferrari. Mientras Enzo se alejaba de los circuitos y evitaba coger cariño a sus pilotos, después de haber visto como muchos de sus pupilos perdían la vida en coches que lucían su apellido, y el símbolo del aviador Francesco Baracca, Montezemolo tomaba las riendas de la escudería, celebraba victorias y acababa dirigiendo el proyecto deportivo de Fiat en toda su extensión.
De manera que, si alguien podía ser un verdadero candidato para recibir un regalo tan importante en su boda como un Ferrari carrozado a medida, ese era Luca Cordero di Montezemolo.
Luca di Montezemolo es, sin duda, una de las figuras más importantes de la historia de Ferrari, de ahí que Gianni Agnelli decidiera encargar un modelo carrozado a medida para regalárselo en su boda en el año 2000
En el año 2000, Montezemolo se casaba