Tras más de 15 millones de unidades comercializadas en las seis primeras generaciones del BMW Serie 3, la séptima se ha desvelado hace apenas unos minutos. El modelo más representativo de la marca alemana debuta en el Salón de París con un diseño, como es habitual en este modelo, continuista, pero dejando claro que hay una notable evolución técnica y tecnológica.
Respecto a su competencia, el BMW Serie 3 ahora es mucho más actual que el Audi A4 y algo más reciente que el Mercedes Clase C, los dos principales rivales. El Serie 3 de BMW mantiene su carácter de siempre, apoyándose en el dinamismo y en la deportividad de este producto tan exitoso y reconocido a nivel mundial. Vamos a ver sus cambios.renderAd(adPage,44162);
Actualización estética
No es nada nuevo que de una generación a otra el BMW Serie 3 no cambie notablemente, sino que se actualice. Así lo lleva haciendo desde sus orígenes y parece que no le ha ido nada mal. Mientras que las líneas principales y proporciones de la carrocería se mantienen, la nueva generación estrena un nuevo diseño de sus ópticas frontales de LED (de serie), grandes y anchos riñones y formas marcadas en su parte inferior. La sensación es de tener un frontal más ancho y bajo que antes.
Las dimensiones exteriores del nuevo BMW Serie 3 son 4.709 mm de largo, 1.827 de ancho y 1.442 de alto. La batalla es de 2.851 mm. De este modo, el nuevo modelo crece 85 mm en longitud, 16 en anchura y 41 en distancia entre ejes. La altura solo crece 1 mm. Las vías delantera y trasera también crecen.
La vista lateral no cambia demasiado, pues las proporciones se mantiene y la silueta apenas se ha visto alterada. Eso sí, los pilotos traseros se asoman por las aletas posteriores más que