Tesla ya es rentable: la marca acaba de anunciar un beneficio neto de 312 millones de dólares en el tercer trimestre, el cual ha sido convulso para la marca en general y para Elon Musk en particular, tras ser acusado de fraude ‘faroleando’ con la salida de Tesla de la Bolsa este verano. En el aumento de producción del Tesla Model 3 y en la aceleración de sus entregas encontramos la clave, lo que ha servido para que la compañía presente su primer beneficio GAAP después de dos años.
Recién estrenado julio, Tesla conseguía por fin alcanzar el ritmo de producción fijado para el Model 3, con 5.000 unidades a la semana. Una cifra que ha tardado en lograr: recién iniciado el segundo trimestre de 2018, aún se mantenía en 2.270 coches. Esto ha permitido a la firma cerrar el tercer trimestre del año con un beneficio neto que supera los 300 millones de dólares.
Musk había prometido a sus inversores que lograría hacer rentable a Tesla entre julio y septiembre. Un objetivo que éstos veían con cierto escepticismo: primero porque la marca lleva registrando pérdidas casi desde su nacimiento, segundo porque las metas que se impone Musk no siempre se han cumplido y, tercero, por todo el lío que ha generado con su anuncio de hacer a Tesla privada con capital saudí, órdago que no le salió demasiado bien. Pero parece que el bueno de Elon tenía todo más atado de lo previsto por sus muchos detractores.
Gol a los cortoplacistas
Pese a todos estos pormenores, según se recoge en este comunicado, Tesla ha conseguido beneficios netos por valor de 312 millones de dólares, acabando con una larga racha negativa. Por poner algunos ejemplos, en