En nuestro análisis acerca de cómo afrontan los fabricantes la crisis de los diésel, era imprescindible hablar de Renault, una de las marcas que más nos ha sorprendido a este respecto en las últimas semanas. El propio Carlos Ghosn, CEO de la marca, lanzaba durante el Salón de París titulares tan llamativos como que “el juego se ha acabado” (para los diésel), que “obviamente nos dirigimos hacia el final” y que entiende que el comprador tenga muchas dudas a la hora de comprar un coche nuevo. ¿Pero cuáles son los planes de Renault? Así se dirige Renault a una gama sin diésel o, mejor dicho, con muy pocos diésel.
Renault y el diésel
Renault, junto con Peugeot, también francesa, es una de las marcas generalistas más dependientes del diésel en Europa. En 2017, prácticamente la mitad de sus ventas en el continente (un 49%) las coparon los diésel. De ahí que se entienda que nos sorprenda la claridad con la que Carlos Ghosn se expresó a la hora de imaginar un futuro en el que los diésel sean una opción minoritaria, y no solo deje de ser la alternativa más vendida en algunas líneas de producto, en las más importantes y populares, sino que incluso se prescinda por completo del diésel en esos productos. Ghosn reconocía que, en las estimaciones de la marca, se espera que las ventas de los diésel se reduzcan a la mitad en los próximos años.
El futuro que nos dibujó la marca francesa nos anticipa que Renault irá abandonando progresivamente el diésel, aunque aún seguirá ofreciéndolo en productos muy concretos. ¿Pero cómo se están preparando para ofrecer una gama con muy pocos diésel? ¿Qué alternativas se plantean?
En 2017 casi la mitad de las ventas de Renault en Europa las coparon los diésel, en los próximos años sus ventas