La crisis en Ferrari se agudiza. Los de Maranello han dejado escapar el Campeonato del Mundo de Pilotos y aunque han conseguido mantener sus opciones vivas en el de Constructores, los 55 puntos de ventaja de Mercedes parecen demasiados para remontar en las dos carreras que restan.
Desde el equipo se empeñan en responder a las críticas recibidas y sobre todo, a las que señalan a Sebastian Vettel como uno de los grandes culpables de que los italianos no terminen de optar al campeonato. Maurizio Arrivabene -en la cuerda floja desde hace meses- se ha deshecho en elogios hacia su piloto, en quien confía para seguir capitaneando el equipo.
Los últimos éxitos como la victoria de Kimi Raikkonen en Estados Unidos y el doblete en México no son suficientes para hacer que los aficionados olviden una temporada plagada de errores tanto por parte de Ferrari como de su piloto estrella. La llegada de Charles Leclerc, para colmo, ha avivado aún más la polémica… ¿es que necesitan a alguien más calmado y capaz de liderar el equipo? En Ferrari lo niegan, pero… de puertas para dentro quizás lo piensen.
La labor de Leclerc será ayudar, no hacer sombra
A pesar que desde Ferrari han depositado la confianza en el joven monegasco no creen -o no quieren- que vaya a hacerle sombra a Vettel. El propio Arrivabene ha negado ante los medios que vaya a ser ningún problema para el cuatro veces Campeón del Mundo de Fórmula 1. Seguro que estas declaraciones no gustaron demasiado a un Leclerc que aspira, como todos en la parrilla, a la victoria.
«Enzo Ferrari solía decir que el principal rival de un piloto es su compañero de equipo. Mientras peleen