El sector del automóvil mundial está viviendo una revolución sin precedentes. En los más de 100 años que tiene de historia, es la más profunda y veloz que hemos conocido, teniendo como protagonista la electricidad. Gracias a su desarrollo, los coches de combustión interna están contra las cuerdas. La principal razón es el tan comentado cambio climático y la contaminación que producen.
Esta situación se ha agravado por culpa de la crisis de los motores diésel del Grupo Volkswagen. Cuando se hizo público este fraude, las autoridades de medio mundo increparon al diésel y su supuesta “suciedad”. Sin embargo, ningún gobernante, nación o marca hizo autocrítica, pues durante años nos los han metido por los ojos. Con todo, llegamos a la situación actual, la prohibición de los coches de combustión interna en un gran número de países, entre los que no podía faltar España.renderAd(adPage,44162);
¿Qué pasará en España en 2040? ¿Y en 2050?
Ayer el Gobierno de España anunció que está ultimando la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En ella anuncian para 2040 la prohibición de los coches de combustión interna en nuestro país. En este año dejarían de comercializarse vehículos gasolina, diésel, GLP, GNC, híbridos e híbridos enchufables. A partir de entonces los únicos modelos que podrán matricularse estarán movidos por electricidad o pila de hidrógeno.
Por tanto, los primeros pasarán a la historia, aunque todavía podrían seguir circulando durante diez años más. 2050 es la segunda fecha vital para España y su parque móvil. Este año es el último en el que los coches de combustión interna podrán circular por nuestras vías. De esta forma, los únicos vehículos que podrán circular serán cien por cien respetuosos con el medio ambiente.
¿Qué otras medidas propone la Ley de Cambio Climático y Transición Energética?
En el documento presentado, no sólo se tienen en cuenta los turismos, si no que