El Grupo Volkswagen está reestructurando sus operaciones a marchas forzadas. El problema con los motores diésel le ha obligado a pasar a la electrificación a toda velocidad. Esta situación, le ha dejado sin capacidad de maniobra, pues de no haberse destapado el fraude, la habrían completado a menor ritmo. Sin embargo, las cosas son como son y ahora no pueden dar marcha atrás, pues de lo contrario se juegan su futuro.
El Volkswagen Passat es uno de los modelos que más afectado se verá. En lo que llevamos de año sus ventas han caído en el continente europeo por culpa de la fiebre SUV. Según JATO Dynamics, en los nueve primeros meses de 2018 sus entregas descendieron un 5,6 por ciento. De esta forma, firmó 127.325 unidades, cifra a la que no están acostumbrados en la marca. Por ello, ya están pensando qué hacer con su relevo generacional.renderAd(adPage,44162);
¿Qué trama el Grupo Volkswagen para el Passat?
Según un informe interno del Grupo Volkswagen, la próxima generación del Volkswagen Passat ya no sería alemán. Esta filtración surge al hilo de la noticia que se hizo pública ayer. Al parecer, las factorías de Hannover y Emden dejarán de fabricar modelos de combustión interna, para ensamblar eléctricos. La fecha elegida para este cambio es 2022, momento en que el actual Volkswagen Passat estaría completando su ciclo vital.
La fábrica de Emden es la encargada de montar el Passat en todas sus versiones, incluido el GTE. Sin embargo, con este cambio estratégico, tendrán que buscar un nuevo enclave para su ensamblaje. La idea que han tenido es sencilla: que sea Skoda quien se encargue. El Superb y el Passat comparten prácticamente todos los órganos mecánicos, por lo que trasladar la producción de Emden a Kavasiny podría ser factible.
Sin embargo, para que esta solución se de, el Grupo Volkswagen aún ha