Las alarmas saltaron la semana pasada cuando el Gobierno, a través del Ministerio de Transición Ecológica, presentó ante los medios de comunicación el borrador del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En éste se incluyen varias medidas que no han estado exentas de polémica, como es la prohibición de comercializar vehículos que emitan CO₂ a partir de 2040, así como obligar a las estaciones de servicio a instalar puntos de recarga para coches eléctricos.
Sin embargo estamos ante un borrador que ni siquiera ha sido aprobado, y que, al ser publicado ante los medios, busca recabar la opinión del sector. ¿Realmente las gasolineras tendrán un futuro tan negro como no pocos se han atrevido a opinar?
¿Qué dice este anteproyecto de Ley de Transición Energética?
Analicemos lo que se recoge en el texto del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética presentado por el Ejecutivo socialista en lo que respecta a las gasolineras.
Los titulares de las instalaciones de suministro de combustibles y carburantes a vehículos con un volumen anual en 2017 agregado de ventas de gasolina y gasóleo superior o igual a 10 millones de litros, presentarán un proyecto ante la Dirección General de Política Energética y Minas en un plazo de nueve meses, con el fin de instalar infraestructuras de recarga eléctrica de potencia igual o superior a 22 kW, debiendo ejecutarse y prestar servicio en los siguientes doce meses a partir de la fecha de presentación del proyecto. La energía eléctrica suministrada para la recarga deberá tener garantía de origen renovable.
Es decir, la normativa, de ver la luz, obligaría a aquellas estaciones que tuvieron un volumen anual de 10 millones de litros o superior a instalar puntos