El pasado mes de octubre arrancó una nueva campaña de la DGT centrada en la siniestralidad, bautizada como #VivoMuerto y protagonizada por anuncios televisivos de tal crudeza, que parecen hacernos regresar a la década de los 90. Las causas a relucir en estos spots son las distracciones, que ya está a la cabeza en siniestros, así como la velocidad, el uso del cinturón o el consumo de alcohol y drogas. Sobre este eje se mueven las nuevas propuestas para revisar el carné por puntos así como la última campaña de vigilancia de Tráfico, que ha tenido lugar en las carreteras convencionales, otro de los principales puntos que la DGT quiere revisar.
Este dispositivo especial de control ha tenido lugar la primera semana de noviembre saldándose con 18.538 conductores denunciados. ¿Y cuáles han sido las principales infracciones? El exceso de velocidad, no usar el cinturón de seguridad y las distracciones.
Un total de 380.117 vehículos han sido controlados entre el 5 y el 11 de noviembre en las carreteras convencionales de nuestro país. Según la DGT, el objetivo de esta última campaña no es otro que «concienciar a los conductores y controlar su comportamiento mientras circulaban por vías que no disponen de separación física de ambos sentidos de circulación y que,pese a tener una menor densidad de tráfico, presentan una mayor siniestralidad».
Nada nuevo: este tipo de carreteras siguen siendo las que aglutinan el mayor número de accidentes, un 77% en el caso de las vías interurbanas. De hecho Pere Navarro ya ha confirmado que pretende unificar a 90 km/h la velocidad máxima en este tipo de vías (actualmente las hay según tipología de 90 y 100 km/h).