Después de varias décadas poniéndonos los dientes largos con la idea de un Corvette de motor central con hasta siete prototipos creados a lo largo desde los inicios del Corvette. Pero está vez parece ser que será la buena. Y además de la versión de serie, de la cual ya hemos hablado en alguna ocasión, habrá una versión de competición que veremos, entre otras pruebas, en las 24 horas de Le Mans, el Corvette C8.R.
Que el Corvette se pase al motor central trasero es la evolución lógica de un coche con el General Motors quiere conquistar Le Mans. Y es que en resistencia y en GT, la prueba que vale varios campeonatos es Le Mans. Sí, las 24 Horas de Spa y las de Daytona son también muy prestigiosas, pero para un fabricante vale más ganar en Le Mans que ganar el mundial de resistencia. Y no hay nada mejor en circuito que un motor central.
Así, que un modelo tan conservador como el Corvette cambie por completo de arquitectura es una auténtica revolución para los fans y clientes del modelo. La expectación acerca de este nuevo Corvette es tal que la gente de GM no ha dudado en realizar las pruebas de noche en el circuito de Sebring. No vaya a ser que alguien lo cace. Pues ni por esas.
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