Apenas un mes y medio después de la presentación de la nueva generación del Porsche 911, el 992, la casa de Stuttgart acaba de mostrar la versión descapotable, el Porsche 911 Cabrio, que forma parte de la familia nueveonce desde que entrara a producción allá por el año 1982.
En un principio, y mientras llegan más versiones, el nuevo Porsche 911 Cabriolet está disponible (ya se puede reservar) en variantes Carrera S de tracción trasera y Carrera 4S de tracción total, ambos con un motor 3.0 litros bóxer de seis cilindros y turbo, con una potencia de 450 CV.
Este bloque turbo de seis cilindros y 2.981 centímetros cúbicos ofrece esos 450 CV a 6.500 rpm, además de un par motor máximo de 530 Nm entre 2.300 y 5.000 vueltas. El consumo medio de combustible, según homologación, es de 9 litros en el caso de la variante de tracción a las cuatro ruedas (4S) y de 9,1 litros en la versión de propulsión (S).
Junto a la nueva caja automática PDK de doble embrague y ocho velocidades (una más que antes), el Carrera S acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos (3,7 segundos con el paquete opcional Sport Chrono) y alcanza los 306 km/h, mientras que el Carrera 4S despacha el mismo esprint en 3,8 segundos (3,6 con Sport Chrono) y llega hasta los 304 km/h.
La capota de lona de este Cabrio, completamente automatizada y con la luneta trasera integrada, cuenta con un sistema de accionamiento hidráulico que permite plegar o desplegar el techo en alrededor de 12 segundos, y a velocidades de hasta 50 km/h. Además, para proteger a los ocupantes del viento hay también un deflector de accionamiento eléctrico.
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