El liderazgo de Ford en el mercado de vehículos policiales en Estados Unidos es innegable. Dos de cada tres coches de policía vendidos en el país presidido por Donald Trump pertenecen a la marca del rombo azul, que cuenta con una extensa gama de modelos preparados para las fuerzas de seguridad.
El último en unirse a la familia y, además, el que pretende convertirse en el estándar para la policía, se llama 2020 Ford Police Interceptor Utility, y su principal ventaja es que ofrece una variante híbrida que promete ahorrar mucho dinero a los cuerpos policiales y, por tanto, a los contribuyentes.
Este modelo contará de serie con tracción total y un sistema de propulsión híbrido basado en un motor 3.3 litros de gasolina, que según Ford permitirá ahorrar entre 3.000 y 5.000 euros anuales por vehículo en comparación con el Police Interceptor Utility equipado con el motor 3.7 litros de gasolina. Según estimaciones, el consumo medio sería un 41% inferior.
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El ahorro es particularmente importante en parado, ya que los coches de policía pasan muchas horas detenidos pero necesitan mantenerse en marcha para alimentar los sistemas del vehículo (radio, ordenador, rotativos, etc…), y por tanto un vehículo convencional estaría al ralentí, mientras que este híbrido -gracias a la batería de ión de litio- permite largos periodos sin el motor de combustión encendido.
La oferta de motorizaciones para este SUV, además del 3.3 litros híbrido, contará también con un 3.0