Porsche ha presentado su nuevo 911 Cabriolet 2019 menos de dos meses después de que el Coupé debutara en el Salón del Automóvil de Los Ángeles. Como de costumbre, cuenta con una capota de tela automática, con una estructura ligera con arcos de magnesio para evitar el “inflado del techo a velocidades altas”.
El techo es precisamente una de las novedades más interesantes del Porsche 911 (992) Cabrio. Los ingenieros de la marca han modificarlo su sistema hidráulico para que pueda abrirse o cerrarse en solo 12 segundos, siempre que no se circule a más de 50 km/h. Cuando está completamente recogido, un deflector de viento se eleva para asegurar que los conductores estén cómodos a pesar del viento.renderAd(adPage,44162);
De los descapotables más rápidos
Cuando llegue a lo concesionarios, el 911 Cabriolet se ofrecerá exclusivamente en las versiones Carrera S y Carrera 4S. Ambos cuentan con un motor de seis cilindros con 3.0 litros de cilindrada que es capaz de rendir 450 CV y 530 Nm de par máximo entre las 2.300 y las 5.000 rpm.
Este motor está conectado a una nueva transmisión de doble embrague con ocho marchas que permite que el Carrera S acelere de 0 a 100 km/h en solo 3,7 segundos y de llegar hasta los 306 km/h. Las unidades con tracción total reducen esta marca de aceleración a 3,6 segundos, aunque su velocidad máxima se reduce ligeramente a 304 km/h.
Dejando de lado las prestaciones en línea recta, según sus responsables el 911 Cabrio será mejor entre curvas ya que tiene más rigidez torsional que su predecesor y además puede equiparse con el sistema Porsche Active Suspension Management por primera vez. Si se elige con este extra, el coche tiene barras estabilizadoras más rígidas y una altura hasta el suelo 1 cm menor. Porsche dice que los cambios le