El Porsche 911 de la nueva generación 992 fue presentado a finales del pasado 2018 en carrocería coupé y en las versiones Carrera S y Carrera 4S. Como es habitual en el deportivo alemán, las formas estéticas se mantienen muy similares, con cambios sutiles, pero en su interior hay un cambio bastante notable, sobre todo a nivel tecnológico.
Las versiones Carrera de los “nueve once” no están pensadas para extraer el máximo rendimiento en circuito y pelear contra el crono. Obviamente, son coches muy rápidos, pero también muy confortables con los que puedes recorrer varios cientos de kilómetros en un mismo día sin que tu espalda necesite de un fisioterapeuta al día siguiente.renderAd(adPage,44162);
Pese a que los 911 con el apellido Carrera no son tan extremos como los Turbo o los GT, el siguiente vídeo nos deja bien claro que no son coches precisamente lentos. En este cortometraje se ve la generosa capacidad de aceleración de un Porsche 911 Carrera S 992, necesitando solo unos 10 segundos para pasar de 0 a 200 km/h. Y eso que es la variante de propulsión trasera, porque el Carrera 4S de tracción total es aún más efectivo.
El Porsche 911 (992) Carrera S utiliza un motor de seis cilindros bóxer colocado tras el tren trasero. Dicho propulsor está sobrealimentado, lo que le permite desarrollar una potencia máxima de 450 CV (a 6.500 rpm) y un par motor máximo de 530 Nm (entre 2.300 y 5.000 rpm). Nada mal para ser una de las versiones más accesibles al modelo.
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Según la ficha técnica de este 911 Carrera S, su velocidad máxima es de 308 km/h. Solo necesita 3,7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, tiempo que se reduce en 2