Mercedes-Benz ha querido profundizar en la comunicación coche-peatón dentro de la esfera de la conducción autónoma, y sobre todo en la confianza. Para ello ha adaptado un Clase S y le ha incorporado una señalización luminosa de 360 grados en el techo de forma que indica que el vehículo se mueve en modo autónomo y qué maniobras va a realizar.
Además, este ‘coche cooperativo’ recrea el contacto visual natural que se habría producido entre el conductor y los peatones. Una investigación que aportará conocimientos al trabajo que realiza la Sociedad Internacional de Ingenieros del Automóvil, que estandariza los niveles de conducción autónoma.
Objetivo: que las personas confíen en la máquina
En plena era de desarrollo de la tecnología autónoma, Mercedes-Benz considera que la empatía y la confianza son factores centrales para la aceptación de los vehículos que conducen por sí mismos. Para avanzar en esta esfera, no solo es necesario abordar áreas tan importantes como la seguridad, si no también conseguir que sea aceptada por los usuarios, pues de lo contrario no tendría ningún futuro.
Este vehículo ‘cooperativo’ de la firma alemana emite una luz turquesa de forma continua que indica el vehículo está en modo de conducción autónoma, ya sea en movimiento o parado. Por su parte, un parpadeo lento significa que el vehículo está frenando, mientras que el parpadeo rápido anuncia que el vehículo se moverá en breve.
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