Además de Rolls Royce o Bentley, si hay una marca con arrestos para hacer una berlina de superlujo, esa es Mercedes-Benz. Muchos son los ejemplos que podríamos citar en la marca, pero en la actualidad cuenta con el soberbio Clase S. Sin embargo, los BMW Serie 7 y Audi A8 aprietan, y este mercado, aunque de muy bajo volumen, es muy importante. Por ello, es vital contar con versiones que estén a la altura de lo que espera su target.
Una de las versiones del Clase S más especiales, y deportivas, es el Mercedes-AMG S 65. Este impresionante modelo cuenta con un motor de la vieja escuela, un nivel de lujo superlativo y una capacidad de representación incuestionable. Sin embargo, en el Salón del Automóvil de Ginebra nos despediremos de él, pues las normativas anti contaminación así lo demandan. Por ello, conoceremos al Mercedes-AMG S 65 Final Edition.
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Sutiles pinceladas realzan su elegante y deportivo diseño
El Mercedes-AMG S 65 Final Edition realza su ya de por sí deportiva estética. Respecto a un Clase S “normal” la parrilla y el paragolpes reciben sutiles pinceladas. En el primer caso, los cromados le hacen ganar en efecto tridimensional y prestancia. En el segundo caso, se incrementa el tamaño de las entradas de aire, contando, además, con un aplique en tono bronce mate que se extiende por el resto de la carrocería.
Las llantas de aleación, de 20 pulgadas, también son nuevas y cuentan con apliques en el mismo color bronce mate. Este tono, se extiende por el resto de la carrocería, llegando incluso al difusor trasero. Además, cuenta con un nuevo tono para su carrocería en negro brillante. Por último, no podemos pasar por alto la placa AMG en el pilar “C” y los umbrales de las puertas. En conjunto, la deportividad y elegancia se dan