Audi es uno de los pilares fundamentales que cimientan el campeonato DTM, por eso no es de extrañar su implicación buscando los límites del reglamento. Para este 2019 entre otros cambios, los exageradamente brutos Audi RS5 del mundial de turismos esconderán una poderosa novedad: un nuevo motor 2.0 turbo de cuatro cilindros.
Algunos se echarán las manos a la cabeza, pero las cifras hablan por sí mismas: 600 CV, 100 CV más que el anterior V8, la mitad de peso y un consumo reducido. ¿Se puede pedir más?
El turbo ha vuelto: un motor de más de 600 CV con la mitad de peso
Esta temporada los motores V8 de 4.0 litros que han movido a estas máquinas durante los últimos años pasarán a mejor vida. Con restricciones en la admisión los uveocho estaban produciendo una potencia limitada a 500 CV cuando su rendimiento podría ser muy superior. Ahora le ha tocado el turno al downsizing.
En Motorpasión
Cuba, donde probar un coche y sufrir un surrealista accidente te enseña por qué el Peugeot 301 es el BMW Serie 7 de allí
Para este 2019 se sustituye la mecánica imperante por una base motriz completamente renovada, un motor de cuatro cilindros en línea de gasolina con 2.0 litros de cubicaje y aspiración forzada mediante un turbo.
Con esta configuración y pese a que podría parecer un paso atrás, los DTM de Audi serán mucho más rápidos. Puede que a nivel sonoro se pierdan unos cuantos enteros, pero