El mundo de los compactos siempre se ha presentado como una base perfecta para que las diferentes marcas desarrollasen variantes deportivas, algo que también hizo BMW con el ya de por si deportivo Serie 1. Esta característica siempre se le ha atribuido al compacto alemán por presentar un carácter más irreverente que el de sus principales competidores independientemente de la versión, y es algo que BMW quiere respetar en la próxima generación. Esta acaba de iniciar su última fase de pruebas y pese a que aún son muchos los detalles que nos quedan por saber, la firma alemana nos ha proporcionado unos interesantes avances para hacer más llevadera la espera.
Pese al camuflaje y a las claras intenciones por parte de BMW de que no conozcamos el aspecto final del nuevo Serie 1, podemos apreciar una serie de detalles que desvelan parte de su conjunto. De esta forma, no solo nos hacemos una idea de la estética que conferirá al compacto bávaro, sino también sobre el lenguaje de diseño que empleará la firma para desarrollar a sus futuros integrantes.
El frontal se sigue encontrando custodiado por los característico riñones de BMW y, al mismo tiempo, estos se ven acompañados por dos faros de fino corte que arrojan modernidad y frescura al conjunto. Es en la zaga la zona más disimulada pero, aún así, podemos apreciar dos pilotos posteriores conferidos a partir de unas líneas más secas y cortantes; pero uno de los aspectos más positivos es que nos encontramos con una doble salida de escape real en la variante más potente y una sola en las más modestas, claro síntoma de que la firma germana no ha sucumbido ante la moda de sustituir las colas de escape por embellecedores.
A nivel mecánico y tecnológico nos encontramos con el avanzado control de tracción que también hace acto de presencia en el i3 y que el nuevo Serie 1 hereda directamente de este. De esta forma, el compacto germano incorpora de serie un sistema de control de deslizamiento posicionado directamente en el motor en lugar de estar en el DSC (Dynamic Stability Control), y el cual reduce el subviraje de potencia que suelen experimentar en los vehículos de tracción delantera, pero sin intervención del control de estabilizador lateral.
Al mismo tiempo y como era de esperar, el BMW Serie 1 también incorporará variante deportivas entre sus opciones y la firma ya nos ha proporcionado información sobre el inminente M135i. Un propulsor de cuatro cilindros y 2.0 litros de cubicaje será el encargado de erogar 306 CV de potencia, una cifra que se encuentra arropada por un refuerzo del cigüeñal, nuevos pistones y barras de torsión y un turbocompresor en el escape más grande.
Por último pero no por ello menos importante, debemos destacar que el nuevo BMW Serie 1 será más espacioso que su antecesor. Esto es posible gracias a la tracción delantera y a un centro de gravedad más bajo. De esta forma, nos encontramos con un espacio para las piernas que ha aumentado en 33 mm respecto al anterior modelo, el espacio para la cabeza en 19 mm y el maletero declara ahora 380 litros de capacidad.